La principal motivación de los y las jóvenes hacia el estudio es tener más oportunidades de empleo

• Los jóvenes tienen un sentido pragmático al momento de elegir qué estudiar, ante un futuro laboral incierto
• Las razones ligadas al futuro laboral concentran las principales motivaciones de los y las jóvenes hacia el estudio.
• Al 88 % de los y las jóvenes le apasiona lo que estudia.

La Fundación SM presenta su informe Por qué estudiamos, en el que se abordan temas sobre cuáles son las principales motivaciones de las y los jóvenes hacia el estudio, su valoración hacia el apoyo de la orientación académica y profesional recibida y la vinculación de su formación con el mundo laboral.

Se trata de la tercera de las Encuestas Flash de la Fundación SM a través del Observatorio de la Juventud en Iberoamérica. Los objetivos de estos sondeos son “hacer llegar la opinión de los y las jóvenes sobre aquellos temas que realmente les importan. La educación es sin duda uno de ellos”, comenta Cecilia Espinosa, directora de Fundación SM en México, quien encabezó la presentación.

Participaron en el acto Ariana Pérez, responsable de Investigación y Evaluación Educativa de la Fundación SM, quien dio a conocer los resultados del informe. El doctor José Antonio Salazar, secretario académico de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, quien comentó los resultados; y una mesa de cuatro jóvenes quienes dialogaron sobre los resultados del estudio, moderada por la periodista Sonia del Valle.

Algunos de los resultados más destacados del informe fueron:

Jóvenes pragmáticos ante un futuro laboral incierto

• La principal motivación de los y las jóvenes hacia el estudio es tener más oportunidades de empleo (31%). Poder dedicarse a lo que les gusta (18%) o tener un empleo bien remunerado (15%) son respuesta que representan una importancia menor, al igual que las relacionadas con el interés por aprender, formarse o cambiar el mundo.
• En coherencia con lo anterior, las oportunidades profesionales (33%) es el motivo fundamental en la elección de sus estudios.
• Al 88 % de los y las jóvenes le apasiona lo que estudia. Sin embargo, el 60 % reconoce que habría elegido otro tipo de formación, si tuviese su futuro asegurado económicamente. Un porcentaje que se eleva al 70% en el caso de los menores de 18 años.
• El 84% entiende que la sociedad da más importancia a tener un título que a ser una persona formada. En línea con esta “percepción social”, una mayoría de jóvenes (el 60%) afirma que tener una serie de conocimientos o habilidades no sirve de nada si no se puede demostrar con una titulación académica. A pesar de esto, tres de cada cinco jóvenes afirman que sus profesores han fomentado su interés por aprender.
• A la mitad de los jóvenes les preocupa haber elegido una profesión que en el futuro vaya a ser sustituida por la tecnología.

La productividad como prioridad

• Los y las jóvenes perciben un sistema educativo que prioriza ante todo la productividad y la adquisición de competencias profesionales, mientras que los objetivos relacionados con el compromiso con el medioambiente y la justicia social tendrían una importancia menor.
• El 69% de los y las jóvenes opina que los sistemas educativos se están adaptando lo suficiente a los cambios en el mercado laboral para preparar a los estudiantes para los trabajos del futuro. Más concretamente, en lo que se refiere a la educación superior, el 72% afirma que la formación profesional tiene una capacidad de adaptación mucho más rápida que la formación universitaria, pero un menor reconocimiento social.
• La gran mayoría, el 93% demanda una educación más enfocada en el desarrollo de habilidades prácticas y aplicables en el mundo laboral, pero reconocen que el estigma sobre la formación profesional sigue estando vigente, pues la opinión de que este tipo de formación tiene el mismo reconocimiento que la formación universitaria solo representa a la mitad de los y las jóvenes.